Este Domingo salimos a recorrer un poco y elegimos un pueblo gastronomico ubicado en el Partido de Mercedes, llamado – o mal llamado- Tomás Jofré. Resulta que en realidad el pueblo se llama Jorge Born y la estacion de trenes, hoy renovada, es Tomás Jofré. Pero dejando de lado este dato de color, sumergite conmigo en este pequeño viaje…

¿Cómo llegar a Tomás Jofré?
Para aquellos que viven en la Zona Oeste de la Provincia de Buenos Aires y los que vienen de CABA lo mas conveniente es tomar la autopista Acceso Oeste y antes de llegar al casco urbano de Luján tomar la salida de la Ruta Nacional N°5 (Autopista Luján – Bragado); allí hay que ir hasta Gowland y virar en la entrada de la Ruta Provincial N°42 -km. 91- para entrar al pueblo.
Un Poco de Historia.
Como bien ya mencioné el nombre real del pueblo es Jorge Born y Tomás Jofré es el nombre de la estación ferroviaria, de la línea Belgrano, pero ¿quiénes fueron estas dos personas que le dieron nombre a este lugar?
Tomás Jofré fue un catedrático argentino radicado en Mercedes a principios del siglo pasado. Es considerado el fundador de la ciencia del Derecho Procesal en la Argentina, también trabajó en politica y ejerció la docencia. Luego de arribar al pueblo, construyó la actual estación junto con sus vías férreas y realizó la delimitación del poblado. Tomás Jofré fallece en 1930 y los vecinos solicitan al Ministerio de Obras públicas que la estación llevase su nombre y es así desde el 3 de agosto de 1931.
En 1930 fallece y los vecinos piden al Ministerio de Obras públicas que su nombre lleve la estación que se logró el 3 de agosto de 1931
Jorge Born nació en Bélgica y fue uno de los fundadores de Bunge y Born y dueño de la compañía inmobiliaria La Franco Argentina, quien realizo en el año 1902 realizo un loteo donde se asentaron los primeros pobladores. El 24 de Marzo de 1911 y mediante un decreto, el Gobernador Inocencio Arias decidió que el pueblo llevara su nombre y que debía levantarse junto a la estación Km. 98. Tomándose esta fecha como su fundación.

¿Qué hacer en Tomás Jofré?
El pueblo es pequeño pero contiene una gran variedad de restaurantes que se caracterizan por tener la modalidad «comida de campo». Mi recomendación es que si queres visitar este pueblito recorras virtualmente las distintas ofertas gastronomicas y reserves con anticipación tu mesa ya que realmente es muchísima la cantidad de personas que van los fines de semana. Unos días previo a nuestra visita reservamos en Santa Victoria. El día acompañaba y tenían mesas adentro y a fuera de la finca. A nosotros nos tocó estar adentro, cerca del maravilloso hogar a leña que poseen. Las mesas son amplias y nos atendieron rapídisimo.

El restaurante es muy amplio pero se llena. Nosotros no tuvimos que hacer fila porque contabamos con reserva y si bien había mucha gente no tuvimos demora en cuanto a la atención. Por dentro el lugar tiene una apariencia rústica muy de campo y agradable, el lugar y los baños limpios -cosa muuuy importante-. Cuenta con un par de juegos en el exterior para niños.
¿Los precios? $3400 pesos por adulto, y la mitad para menores de doce años. Pero ¿qué se come? El sistema del Restaurant de campo Santa Victoria es menú fijo y libre, sólo los vinos de la carta están fuera del menú. Poseen una entrada compuesta de empanadas caseras, jamón crudo; salame quintero, queso, acompañada con berenjenas en escabeche y galleta de campo. Como plato principal cuenta con opciones a elegir como raviolones de verdura y carne, sorrentinos de ricota y jamón o tallarines cortados a cuchillo. La parrilla consta de asado, vacío, lechón, chorizo y morcilla. Para completar cuentan con postre a elección entre budín de pan, flan casero, queso y dulce y también cuentan con helado. Las bebidas son: gaseosas, aguas y soda. Cuentan con menú para celíacos.
Los acompañamientos de las comidas constan de ensaladas -No hay papas fritas- que son también abundantes. La modalidad del restaurante es ir trayendote de a poco lo que vas consumiendo (en el caso de parrilla) para que tengas todo calentito.

Después de una comida super abundante, salimos a recorrer y es obligada la parada en la estación. Allí podras encontrar dos estructuras, una posee un poco de la historia del tren y las vias ferreas del pais y en la otra encontrarás información turistica, podrás llenar tu termo con agua caliente o ir al baño -cuando fui estaban en condiciones óptimas-

El centro de todo es la plaza gigante que poseen y donde transcurre gran parte de los eventos del pueblo. Allí encontraras juegos para los niños, una feria artesanal, puestitos de jugos y pochoclos y un escenario donde artistas callejeros llevan adelante sus shows.

Si te gustan las antiguedades hay dos casas que poseen muchísimas cosas vintage encontraras aquí seguramente algo que te guste. Yo fui a ambas pero compré en la que esta ubicada en la calle 808, prácticamente al lado de la iglesia y me llevé 5 revistas viejitas por $300.

En definitiva si querés conocer un nuevo lugar, comer rico y pasar un día de desconexión -yo no tuve señal en todo el día, cosa que hay que tener en cuenta si tenes Claro- este pueblo es una gran opción.
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